Por SEMANA

Cuatro de la tarde. Después de terminar su día rodeado de palas, picas y carretillas, Julio Cabrera camina para tomar aire puro y despejar la mente. Decide cambiar su rutina, no toma el bus de regreso a casa y camina por el Gran Malecón del Río, un paseo fluvial que recorre por primera vez no obstante tener casi dos años funcionando.Está ubicado sobre la vía 40 en una zona de Barranquilla que comienza a transformarse.

Antes, ni Julio, ni otros barranquilleros hubieran tenido el privilegio de sentir la brisa a orillas del Magdalena, porque la ciudad se construyó dándole la espalda al río. Eso cambió, la ciudad cuenta hoy con un paseo fluvial que soñaron muchos de sus habitantes por décadas. Hasta el momento se han entregado 2 mil de los casi 6 mil metros de este corredor y desde agosto de 2017 ingenieros del Grupo Jacur y de Valorcon adelantan la construcción de otros dos kilómetros, que comprenden las fases 3 y 4.

Estas incluirán senderos peatonales iluminados y un puente levadizo que promete convertirse en un símbolo de la ciudad ya que es el único que existe en el país y uno de los pocos que hay en el sur del continente.

De esta forma, cientos de barranquilleros, además de Julio, se reencontrarán con el río Magdalena y disfrutarán de espacios verdes, ciclovías y actividades culturales en sus orillas. Se espera que en 2019, al culminar la obra, este escenario se convierta en el punto de encuentro de millares de personas de todos el país.

Conducir las aguas

Aunque para muchos la lluvia es una bendición, en Barranquilla muchas veces es lo contrario. Al crecer la ciudad, algunas calles se convirtieron en los cauces de las aguas lluvias. Cada vez que llovía se transformaban en peligrosos ríos que arrasaban con todo lo que encontraban a su paso, muchas personas murieron en ellos.

En enero de 2017, la alianza entre Jacur y Valorcon lideró un proyecto de encauzamiento de los arroyos de las calles 75 (entre carreras 43 y 52) y 76 (entre carreras 43 y 54).

Para lograrlo los ingenieros de estas empresas utilizaron por primera vez en la ciudad estructuras de protección de taludes con tablestacas de acero, un material que garantiza la seguridad de las edificaciones de la zona. También instalaron distintos tipos de estructuras de concreto rígido como canales abiertos y box culverts, estas son armazones hechas de cemento, en forma de cajas, que ayudan a canalizar fluidos y son utilizadas especialmente en áreas con difíciles condiciones de excavación, toda una proeza para dominar la naturaleza.

Para complementar la obra se adelantará un plan de recuperación del paisaje urbanístico del sector que incluye la renovación del pavimento, los andenes y los paraderos de los buses. Este plan de mejoramiento está completo con la instalación de redes eléctricas de baja tensión y postes de alumbrado con luces LED, amigables con el medioambiente. Con este proyecto las empresas contratistas demuestran no solo su compromiso con Barranquilla sino también su calidad en ingeniería en contexto con las necesidades de la ciudad.

Una vía más cordial

Desde que se inauguró en 1982, la carretera de la Cordialidad ha sido fundamental para conectar a Barranquilla con poblaciones como Baranoa, Campeche, Galapa y Cartagena. A lo largo de sus 143 kilómetros circulan todo tipo de vehículos con mercancías y pasajeros que trabajan en la capital del departamento del Atlántico.

Jacur y Valorcon trabajan para fortalecer esta emblemática vía nacional. En agosto de 2017 inició una ampliación de más de 5 kilómetros entre la vía circunvalar y la calle Murillo. La Cordialidad contará con dos calzadas de tres carriles cada una y senderos peatonales de 2,5 metros de ancho.

La nueva vía ha sido diseñada para responder a las necesidades del transporte masivo. Estará compuesta por capas de cemento de 20 centímetros de espesor, sobre las que se agregan 30 centímetros de concreto de alta resistencia, que ha sido mejorado con fibras y microfibras sintéticas.

Estos materiales la hacen más fuerte y duradera. Las obras, que se espera concluyan en diciembre de 2019, se están aprovechando para mejorar e instalar subterráneamente las redes telefónicas, eléctricas y de gas natural de la región.